Cleonora, fue una de las primeras estrellas oscuras en apoyar a Trodus cuando surgió la división dentro de la burbuja.
Luego del primer estallido o big Bang, ella, en conjunto con otras estrellas oscuras, quedaron a la deriva. Tras un tiempo vagando sin sentido, Cleonora, y ahora, los cientos de estrellas que comandaba fueron atacadas por unos seres de extraño aspecto. Sin embargo, antes de que ocurriera lo peor, una civilización desconocida les salva la existencia.
Durante ese tiempo existiendo con aquella civilización, Cleonora y sus seguidores jamás habían experimentado semejante tranquilidad, pero eso no duraría mucho.
Tras reunirse nuevamente con su líder Trodus, el panorama cambia nuevamente. Se ven forzados a realizar una misión casi suicida que no concluye en buenos términos para la civilización, Trodus vuelca su ira contra ellos.
Ante esa situación, Cleonora y sus seguidores son amenazados por un ser extremadamente superior en cuanto a naturaleza y potencial energético, no pudieron hacer nada. El dolor, la amargura y la traición hacen presencia por segunda vez en su existencia, es entonces cuando decide apartarse de todo aquello, llevando consigo a sus estrellas oscuras, seguidores de sus propios destinos.
Una vez más, Cleonora se encuentra vagando por el universo en búsqueda de un lugar idóneo para existir en paz con sus estrellas, sin embargo, alguien hace presencia e intenta seguirla. Ella se percata, no quiere ser perseguida por el pasado. Es entonces cuando conoce a una de las estrellas iluminadas más polémicas de la unión, Frenébola.
Luego de un sustancioso diálogo, Ozono los descubre, pero antes de que las cosas se pusieran feas, Frenébola decide elaborar un improvisado plan para que Cleonora continúe su camino, a pesar de las circunstancias, su intención no era luchar contra ella, no tenía nada en su contra, se reservó los motivos.
